Los inseparables

Quiero dedicar este post a unos pajarillos que ya conocía, pero que me han impresionado, porque he tenido la posibilidad de interactuar durante un buen tiempo con ellos durante mis prácticas. Se trata de los Agapornis, un nombre de etimología griega que viene a decir pájaros del amor (Agape = Amor y Ornis = pájaro), aunque también son conocidos como los inseparables. Y con este nombre ya os podéis imaginar la peculiaridad de estos animales, y es que cuando encuentran a su media naranja, nunca se separan de ella, al menos de forma voluntaria.

Son una especie de pequeños loros, sociables, chillones, divertidos y muy curiosos. Si tenéis la oportunidad de estar con una pareja de agapornis que esté acostumbrada a las personas, descubriréis que son muy cariñosos (se posarán sobre vosotros y os intentarán dar piquitos en la oreja, así como entre ellos) y como ya he dicho, muy curiosos, se pasarán buen rato investigando cosas nuevas, y si pueden, intentarán jugar con vosotros. Pero si prestáis mucha atención, veréis como en ningún momento pierden de vista al otro miembro de la pareja, y si lo hacen empiezan a llamarse para saber dónde están; por eso son inseparables, todo el día juntos y pendientes del otro.

Y son una pareja estable, pero no en el sentido de pareja sexual, ya que pueden tener relaciones con otros individuos, sino simplemente que se comportan como una unidad y no tiene importancia la “infidelidad”. Es una relación muy fuerte que se mantiene hasta la muerte de alguno de los dos, y el que queda vivo lo pasa mal durante un tiempo, pero su carácter sociable y la necesidad de relacionarse hacen que finalmente establezca un nuevo vínculo con otra pareja, sin importar la edad.

Puede que no sea uno de los comportamientos más curiosos del mundo animal, pero a mí impresiona la lealtad y afecto que se guardan el uno al otro. Y aunque muchos humanos presumamos de ser “monógamos”, pocas veces podremos encontrar una relación tan fuerte como la de los agapornis.